Es común que cuando uno piensa en la infancia lo asociamos a momentos de felicidad, se da por sentado que los niñxs son felices por el mero hecho de ser niñx. Lo que en ocasiones no nos planteamos es que esto no siempre es así, ser niñx es muy complicado ya que en pocos años uno tiene que experimentar muchos cambios biológicos, psíquicos y sociales.
Durante este proceso se pueden encontrar con momentos de dificultad donde las cosas no salen como el mundo de los adultos o el ámbito escolar dictamina y es aquí donde nos tenemos que parar a pensar ¿Qué le sucede a un niñx que es inquieto o retador en casa o en la escuela? ¿Qué le sucede al niñx que le cuesta relacionarse con otros niñxs? ¿Qué le puede estar pasando a un niñx introvertido “con mucho mundo interior” que se suele decir?
Pues seguramente lo que nos encontremos detrás de todas estas preguntas es SUFRIMIENTO INFANTIL, situaciones que para ellos mismos son situaciones desbordantes o incluso situaciones que sienten que serán así siempre y es en este punto donde tenemos que detenernos a ESCUCHAR. En la mayoría de las ocasiones los niñxs no son conscientes de estar sufriendo, han vivido durante toda su experiencia con situaciones que han normalizado y han interiorizado. Y es en este punto donde los adultos como lo son los padres y madres, profesores y profesionales de la salud mental debemos tomar nuestra responsabilidad y hacer algo con esto. Por lo tanto, aprendamos a escuchar a los niñxs, a verlos como niñxs en un proceso vital que ya de por sí es complejo y ayudémosles a aligerar la carga durante su viaje.
Escrito por Guillén Tiestos.
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