Todos hemos oído hablar alguna vez de los trastornos de personalidad a través de películas, libros o la televisión. Por ello considero importante hacer un post sobre los diferentes tipos de trastornos de personalidad que afectan a una parte de la población.
Para empezar, explicar que es la personalidad, hay varios autores que hacen una aproximación a la definición, pero no hay una única definición que defina la personalidad.
<<La personalidad es la suma total de los patrones de conducta, actuales o potenciales, de un organismo determinados por la herencia y el ambiente>> (Eysenck 1974).
<<La personalidad son los patrones típicos de conducta (incluidos emociones y pensamientos) que caracterizan la adaptación del individuo a las situaciones de la vida>> (Mischel 1976).
No existe una definición unitaria, ya que la personalidad es un sistema complejo y existen variedad de definiciones tantas como autores y corrientes psicológicas. El estudio de la personalidad se ha centrado por un lado en el análisis de la estructura de la personalidad, considerando a esto como una estructura que se ha adquirido y determina la manera de responder de la persona a su entorno.
“Un trastorno de personalidad es un patrón permanente e inflexible de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto, tiene su inicio en la adolescencia o principio de la edad adulta, es estable a lo largo del tiempo y comporta malestar y prejuicios para el sujeto.” (Definición del DSM-IV)
Resumiendo, sería como un patrón permanente y desadaptativo que determina a la persona a comportarse e interactuar de una manera determinada con su entorno (amigos, pareja familia…). Esta forma de interactuar y percibir el mundo le condiciona y dificulta al sujeto su relación con el contexto social y la cultura, produciendo malestar permanente.
Las características de un trastorno de personalidad suelen hacerse reconocibles durante la adolescencia o al principio de la edad adulta. Estos trastornos no se deben confundir con problemas asociados a la adaptación a una cultura diferente tras un proceso de inmigración o costumbres y valores religiosos. Las personas con este tipo de trastorno pueden mejorar con un tratamiento psicoterapéutico adecuado a sus dificultades y en algunos casos junto a un tratamiento psicofarmacológico.
El origen de los trastornos de personalidad tiene una base biológica que se manifiesta con una genética predeterminante en el sujeto junto con un contexto psico-social y la historia personal de cada individuo donde puede presentarse trauma.
Los trastornos de personalidad se clasifican en tres grupos que pasaremos a definir brevemente a continuación.
- El grupo A se define como raros y excéntricos (Paranoide, esquizoide y esquizotípico).
- El grupo B se definen como dramáticos y emocionales (Histriónico, narcisista, antisocial y límite).
- El grupo C se definen como ansiosos y temerosos (T.p. por evitación, por dependencia y obsesivo compulsivo)
GRUPO A: Raros y excéntricos.
Trastorno Paranoide de la personalidad: Las características de este tipo de trastorno son la desconfianza y suspicacia general hacia los otros. Son sujetos que sospechan sin fundamento, dudas injustificadas, guardan rencor durante mucho tiempo y perciben ataques hacia su persona.
Trastorno Esquizoide: La característica principal de este trastorno es el distanciamiento de las relaciones sociales y de restricción de la expresión emocional en el plano interpersonal. Suelen ser personas solitarias, no experimentan interés sexual, tienden al distanciamiento afectivo y no desean contacto con los demás.
Trastornos Esquizotípico: El patrón que presenta este trastorno es un déficit general de relaciones sociales e interpersonales, debido a un malestar agudo y capacidad reducida de las relaciones sociales. También presentan distorsiones cognitivas (creencias extrañas), perceptivas (ilusiones corporales) y alteraciones formales del pensamiento. No hay que confundirla con la esquizofrenia aunque comparte varias características.
GRUPO B: Dramáticos y emocionales.
Trastorno histriónico: Se caracteriza por un patrón general de excesiva emotividad y búsqueda de atención, solo está cómodo siendo el centro de atención, comportamiento sexualmente seductor y provocador, autodramatización y expresión emocional superficial y rápidamente cambiante.
Trastorno narcisista: Fantasías e imaginación exagerada con tendencia a la grandiosidad, falta de empatía, auto-importancia (comportamientos arrogantes o soberbios), pretencioso (exige una admiración excesiva) y se siente envidia por los demás o creen que le envidian a él.
Trastorno antisocial: Patrones cognitivos rígidos e inflexibles, afectividad expresada desde la hostilidad a la maldad, desprecio y violación de los derechos de los demás, impulsividad o incapacidad para planificar el futuro y falta de remordimiento.
Trastorno límite o borderline: El patrón general de este trastorno es inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y la afectividad. Experimentan grandes temores a ser abandonados y una ira inapropiada incluso a una separación que en realidad es por poco tiempo.
GRUPO C: Ansiosos y temerosos.
Trastorno evitativo: Evitación de actividades que impliquen contacto interpersonal por miedo a la desaprobación y el rechazo, preocupación excesiva por las críticas e inhibición interpersonal por sentimientos de incapacidad.
Trastorno por dependencia: Dificultad para tomar decisiones sin excesivo apoyo por los demás, necesidad de delegar responsabilidades de la propia vida, temor a expresarse libremente por miedo al abandono y limitaciones para iniciar proyectos autónomos.
Trastorno obsesivo compulsivo: Patrón dominante de preocupación por el orden, perfeccionismo y control. Preocupación excesiva por los detalles, las normas, las listas, escrupulsividad e incapacidad para tirar los objetos gastados.
Todos presentamos varias características presentes en varios de los trastornos o puede que nos identifiquemos más con un tipo que con otro, esto no significa que tengamos un trastorno de personalidad. Estaríamos hablando de un trastorno cuando estas características se presentan de manera permanente e inflexible en la vida del sujeto. Todos podemos tener un poco de obsesivo, de evitativo o narcisista en su justa medida, todo esto es normal ya que gracias a estas características podemos adaptarnos a diferentes circunstancias o contextos.
Aclarar que los diagnósticos son clasificatorios y orientativos para los profesionales que trabajamos con la salud mental, no por ello tiene que ser el diagnóstico algo que condicione y determine la experiencia vital del paciente.
Si necesitas aluna aclaración sobre algo que has leído, no dudes en ponerte en contacto conmigo a través de info@conectaarte.com
Guillén Tiestos, terapeuta artístico con formación especializada en psicología clínica infantil.