Los cuentos infantiles siempre han acompañado las infancias de cualquier niño, han servido desde el principio para inculcar valores y enseñarnos historias de fantasía que permitían dejar vagar la imaginación de los más pequeños. Los cuentos infantiles digamos que han acompañado la infancia de todo niño y han servido de guía para que puedan entender cuestiones específicas. Desde luego los cuentos han cambiado mucho sobre todo en el último siglo, pero sobre todo en la actualidad podemos encontrar en el mercado variedad de cuentos infantiles específicos para cosas muy  concretas (emociones específicas, separaciones de los padres o celos entre hermanos).

La importancia en nuestro siglo por enfatizar la inteligencia emocional desde lo educativo en los cuentos, nos han aportado variedad de posibilidades e historias que ayudan a los niños a entender la realidad y sus propios procesos personales. Es por eso que lo considero una muy buena herramienta que puede acompañar a muchos padres, sobre las cuestiones de educar, aprender y entender el mundo. 

Desde que empecé a trabajar con niños a través de la terapia artística, los cuentos me han acompañado ya que me han permitido comenzar a hablar de una forma lúdica cuestiones, que a veces no saben entender o encajar  lo niños y niñas de las situaciones que les toca vivir. Por ejemplo para muchos niños las cuestiones de divorcio y separaciones suelen ser complicados de encajar en un principio y me he dado cuenta de que muchos cuentos les ayudan desde la metáfora. A través de la historia contada por otro personaje, son capaces de asociar sus preocupaciones o curiosidades hacia el cuento y la historia que cuenta. Es ahí cuando los adultos y profesionales, tenemos una pequeña ventanita abierta que permite el discurso con los niños.

«Los cuentos permiten que los niños y niñas exploren y reflexionen sobre las cosas que realmente les preocupa o les llama la atención. «

Su importancia reside en que son un medio para un fin, poder usarlos cómo herramientas con los más pequeños nos va a permitir hablar de cosas que a veces nos preocupan en la crianza.  Por ejemplo se me ocurre la llegada de un hermanito a la familia, es importante ayudar a niños pequeños de cómo va a ser el proceso y poder escuchar sus preocupaciones al respecto. De este modo puede ir hablándose del tema acudiendo a las multitudes de metáforas ilustrativas que emplean los cuentos. Ejemplo:

«Veo que estás enfadado con el bebé, se parece un poco a lo que le pasaba al conejito del cuento. Si es así y asiente para dialogar, podríamos continuar con un ¿El conejito cuando sentía ese enfado grande que lo llamaba «celos», lo que hacia era hablar o hacer un dibujo de lo que sentía? ¿qué te parece si volvemos a leer esa parte del cuento para ver que cosas te pueden ayudar?.

Cuento "Cuando estoy nervioso"

¿Cómo emplear un cuento infantil con mi hijo?

Desde luego que estoy seguro de que todos sabéis leer un cuento. Lo que me gustaría enfatizar es en cómo abordar temas que a veces nos preocupan de la crianza con nuestros hijos. No es algo desde luego complicado, pero es importante sobre todo hacer las preguntas de forma precisa y ayudarles a entender lo que puedan sentir al asociar su experiencia con el cuento.

Remarco que cuando detectemos que la cuestión con respecto al hijo o el tema a abordar se hace más complicado y apreciamos que el niño se comporta o siente de otra forma a la habitual, pidamos ayuda consultando a psicólogos infantiles o profesionales especializados en el tema.

Lo primero es tener claro del tema que queramos hablar. Es importante revisar bien en el mercado que tipos de opciones tenemos. Como he comentado anteriormente hay mucha variedad de cuentos que abordan los temas diferentes y este es un detalle importante. Es importante porque hay muchos adaptados a edades específicas y las ilustraciones y los temas a tratar están más adaptados. Un consejo en guiarse por la intuición materna o paterna, al conocer los gustos de los niños ayuda mucho a decidirse.

Cuento "Vaya rabieta"

Una vez elegido el cuento, es importante elegir el momento. Recomiendo sobre todo si es en un rato de juego, donde los niños están más receptivos. Por la noche es interesante también, pero es posible que las primeras veces que lo hagamos podamos agobiarlos a preguntas antes de dormir. Esta claro que puede ser poco acertado hacerlo por primera vez en momentos como este. Podemos empezar proponiéndoles algo así como «¿He comprado un cuento muy chulo esta mañana? ¿Qué te parece si lo leemos?».

Otra opción es hacerlo cuando el tema pueda surgir  en un momento concreto.

Es importante tener en cuenta nuestra actitud frente al tema, si es un tema que nos afecta emocionalmente demasiado o nos llega a obsesionar un poco, puede ser perjudicial. Debido a que los niños captan rápidamente los estados emocionales de sus padres y es ahí donde pueden preocuparse en exceso. Otra opción es que nuestra actitud este condicionada por nuestro estado emocional y al abordarlo pueda reabrir un tema que es importante revisarlo con ayuda profesional.

3º Cuando leamos el cuento con ellos, no debemos obsesionarnos. Leer el cuento tiene que ser un proceso de observar y reflexionar. Cuanto mejor ambiente facilitemos, aumentaremos las posibilidades de éxito para que el niño pueda hacer una asociación con más o menos ayuda.  A veces es mejor hacer las preguntas al rato de leer el cuento, ya que de este modo el niño ha podido pensar algo en relación al tema. Podemos hacer una primera preguntas de forma abierta. Ejemplo: «¿Te has fijado que roja se ponía la tortuga cuando se enfadaba? ¿Qué es lo que más te ha gustado del cuento? «.

Es importante confiar en ellos, ya que saben muchas veces cuando es el momento de hablar de algunas cosas. Si permanecemos junto a ellos con una actitud abierta y receptiva, conseguiremos de hablar del tema de una forma u otra.

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Guillén Tiestos terapeuta artístico con formación especializada en Psicología Infanto-Juvenil.

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